El compañerismo, el trabajo y la pasión por el vino han marcado el día a día de Beronia, una bodega fundada por un grupo de amigos en 1973. Su amistad los llevó a construir la primera bodega de Beronia en 1977 y hoy, cerca de medio siglo después, ven escrito otro episodio de su historia. Lo protagoniza la bodega de Beronia de grandes vinos de Reserva y terruño en Rioja, la primera del mundo en lograr la certificación de edificación sostenible LEED V4 BD+C:NC (Liderazgo en Eficiencia Energética y Diseño Sostenible) y LEED Gold. Otorgada por el “US Green Building Council”, este sello reconoce y distingue aquellos edificios que cuentan con una construcción sostenible y con bajo impacto medioambiental.
El diseño de esta bodega única, integrado por completo en el paisaje riojano; el revolucionario sistema de aprovechamiento de la energía geotérmica para climatizar las instalaciones y lograr un menor consumo energético; el uso de otras tres energías renovables (aerotermia, fotovoltaica y térmica solar), unido a las innovaciones tecnológicas que atesora, como el sistema “Cleanwood”, la convierten en una de las bodegas más eficientes y sostenibles del mundo. Además, gracias a su diseño y funcionamiento se asegura la calidad ambiental interior y bienestar para sus ocupantes y visitantes con relación al confort térmico, lumínico y la calidad del aire con sistemas inteligentes de detección de CO2, así como con el uso de productos y materiales saludables y responsables ambientalmente.
Estas características se reúnen en la bodega Beronia, cuya dirección enológica ha sido guiada por Matías Calleja, enólogo y gerente de la bodega; su obra arquitectónica ha correspondido a IDOM, con los arquitectos Gonzalo Tello y Borja Gómez a la cabeza, y su paisajismo, a Isaac Escalante Camus. Patrizia Laplana, de Asla Green Solutions, ha llevado a cabo la gestión de la certificación Leed.
Ingenieros de caminos e industriales, arquitectos, ecólogos, hidrogeólogos, expertos en calidad ambiental interior y físicos, entre otros, han participado en este proyecto que representa una aproximación holística en la creación de una bodega, donde todos los elementos que la componen afectan en el devenir de los vinos que se elaboran. Maquinaria, depósitos de fermentación y barricas, así como el propio edificio, con su ubicación y disposición sobre el terreno, sus materiales y los sistemas que la integran convergen hacia un único objetivo: la elaboración de vinos singulares que expresen fielmente la esencia de esta región vitivinícola y propicien momentos de disfrute entre amigos.