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Tío Pepe, el icono de González Byass, ha sido el vino de Jerez más deseado del mundo, según la última entrega de “The Drinks International Bar Report”. Para elaborar este informe, la revista británica Drinks Internacional ha consultado a los mejores bartenders del mundo cuáles han sido los vinos y spirits que más han empleado en sus cócteles y que más han solicitado los consumidores de sus establecimientos. La respuesta en el capítulo de vinos de Jerez ha sido clara: Tío Pepe.
La historia del vino de Jerez más deseado del mundo
El origen: José María Ángel y Vargas, el Tío Pepe, junto a Francisco Gutiérrez de Agüera, fue una de las primeras personas que ayudó y asesoró a su sobrino, Manuel María González Ángel, fundador de González Byass, cuando se inicia en el negocio de los vinos.
Las primeras botas: aunque los vinos para la exportación eran preferiblemente los olorosos abocados, se inicia la adquisición de vino fino de diferentes casas en pequeñas partidas de pocas botas y entre algunos almacenistas seleccionados personalmente por el propio tío Pepe. En 1837, se compraron 102 @ de fino superior de 7 años.
Londres, Nueva York y Gibraltar: en 1844, Manuel María envía una bota a Robert Blake Byass, su socio comercial en Inglaterra. El primer vino fino de Jerez había llegado a Inglaterra. Como prueba está la carta que envía Byass a Manuel María en agosto de 1844, en la que se describe el vino como “very, very, pale”. Pero este vino fino no solo fue enviado a Londres. También se mandó a Nueva York donde el agente de aquella ciudad se refiere en una carta al vino remitido en octubre de 1850 y pide otras dos cuartas.
Primer Tío Pepe embotellado: otro hito histórico tiene lugar con motivo del primer “Tío Pepe” embotellado del que hay constancia y que fue enviado como regalo a Lord Brownlow Cecil, Gobernador de Gibraltar, para la Navidad de 1855. El envío fue una caja surtida en las que seis botellas eran de “Tío Pepe”.
Su expansión: en la década de los 60 del siglo XIX ya se bebía “Tío Pepe” en otros países de Europa, desde Francia hasta Rusia. En España, la Reina Isabel II –que había visitado las bodegas en 1862– tomaba unas copas de “Tío Pepe” “en sus reales mesas”. En el Palacio Real se consumían –aparte de otros vinos– unas 600 botellas de “Tío Pepe” al año en los aperitivos diarios de S. M. la Reina Isabel II.
Marca registrada: en 1888, González Byass inscribe en el Registro Oficial de Marcas “Tío Pepe”, así como otras marcas de vinos de la bodega.
Nace el icono: el prestigio del fino “Tío Pepe” fue creciendo hasta que en la tercera década del siglo XX tuvo una expansión inusitada, contribuyendo a ello el ingenio creativo de Luis Pérez Solero, quien, en 1935, vistió la botella con chaquetilla roja y sombrero. Sería en 1936 cuando este icono tuvo su primera aparición pública en la alternativa de Ventura Núñez “Venturita” en las Fallas de Valencia.
Fino de Jerez líder en el mundo: hoy, Tío Pepe está presente en más de 100 países y se ha convertido en uno de los grandes vinos de España a nivel global, así como en una de las marcas más admiradas por los consumidores. Guiado por la bandera de la #Sherryrevolution, el movimiento global creado por González Byass para dar a conocer la singularidad de estos vinos únicos, Tío Pepe muestra cada día, en todo el mundo, la cultura y esencia de una de una las grandes regiones vitivinícolas del planeta: Jerez.