El escenario del Patio de la Tonelería ha sido testigo de una noche única gracias a la magia del flamenco. En ella, Rancapino Chico y María Terremoto, reconocidos artistas de la escena flamenca, han ofrecido una velada en la que se ha rememorado la riqueza de este arte ancestral.
Por un lado, ha actuado Alonso Nuñez, o Rancapino Chico, heredero de una rica tradición flamenca de Cádiz. Este ha seguido los pasos de su padre, “Rancapino”, y se ha convertido en una de las voces más prometedoras del flamenco puro en la actualidad. Por su parte, la jerezana María Terremoto, hija del célebre Fernando Terremoto, ha llevado el legado familiar a nuevas alturas con su voz potente y emotiva, consolidándose como una figura destacada del flamenco actual. María consiguió el Giraldillo Revelación en la XIX Bienal de Flamenco de Sevilla con tan sólo 16 años, convirtiéndose en la artista más joven en recibirlo. De esta manera, Veranea en la bodega ha ofrecido al público una experiencia inolvidable, donde el arte y la tradición se han fundido en una noche llena de emociones gracias al ciclo Solera y Compás.