La constancia es una virtud, tanto en la vida personal como en la elaboración del vino. Así pensaba Manuel María González y esa filosofía del fundador se refleja en Finca Constancia. Inaugurada en 2006, es una bodega vanguardista perfectamente integrada en el paisaje que presenta una importante variación en los tipos de suelo y en los microclimas, lo que aprovecha para practicar una viticultura de precisión dividida en 82 pequeñas parcelas dedicadas cada una a la variedad de uva más adecuada.
Selección procedente de las parcelas que se encuentran en las partes más altas, mirando a los ojos a la Sierra de Gredos al norte y a los Montes de Toledo al sur.
La gama Fragantia conjura fragancias, alegría, frescura y una infinidad de sensaciones. Vinos ligeros, con bajo grado alcohólico y un gran predominio de la fruta.