La periodista gastronómica y directora de la agencia de comunicación “Ideas Bien Contadas”, Cristina Barbero, fue la creadora del Día Internacional de la Croqueta. Hoy se asoma a VidaVidVino para celebrar con nosotros esta rica celebración, contándonos cómo se le ocurrió tan merecido homenaje, así como algunas anécdotas y maridajes con esta receta.
¿Cómo se te ocurre esta iniciativa?
En el año 2015 trabajaba en la comunicación de un restaurante madrileño especializado en croquetas. Buscaba argumentos de interés para poder visibilizar el negocio en los medios de comunicación y sabía que muchas noticias hablaban del día internacional de un alimento. Busqué referencias para averiguar si existía ya el Día Internacional de la Croqueta, pero no encontré nada. Alguien comentó en un blog de recetas que las croquetas merecían un día especial y debía ser el 16 de enero.
En ese momento no entendí por qué debía ser en esa fecha, pero después supe que ese día, en el año 1817, el chef francés Antoine Cámere sirvió en una cena para el archiduque de Rusia unas croquettes a la royale, que es la receta que más se parece a la que conocemos hoy en día.
¿Cómo recuerdas la acogida del primer Día Internacional de la Croqueta?
En enero de 2015, cuando lancé la nota de prensa anunciando esta celebración, muchísimos medios de comunicación se hicieron eco de la noticia, creando listas de restaurantes donde comer las mejores croquetas, publicando la receta ideal según distintos chefs y cosas así. Hasta aquel momento había sido mi mejor campaña de comunicación, la que tuvo mayor repercusión en el menor tiempo, porque apenas duró un par de semanas, pero toda la prensa nacional estaba hablando de eso.
Cada año, desde entonces, esta fecha se ha celebrado mucho; incluso diría que es el día internacional de un alimento más celebrado. Y ha traspasado fronteras, porque ya se celebra en varios países de Latinoamérica, como Panamá, Argentina o Cuba, donde es oficial desde el 2019.
Varios años el hashtag #diainternacionaldelacroqueta ha sido trending topic en redes sociales y me sigue impresionando la cantidad de gente que comparte la fecha y lo celebra.
Los MARIDAJES de Cristina Barbero.
- Croqueta melosa de jamón con un buen Cava.
- Croqueta de bacalao con vino tinto de la variedad canaria Listán Negro.
- Croqueta de rabo de toro con un vino elaborado con la uva tinta Juan García.
¿Cuáles han sido las anécdotas más interesantes o divertidas que te han sucedido como creadora de este Día?
Lo más curioso es que me han llegado a entrevistar desde programas de radio en la Patagonia para hablar de este día, lo que indica hasta dónde ha llegado la celebración y cuánto nos gusta a todos, en general, comer croquetas.
Lo que más me gusta es ver cómo la gente es tan creativa y desarrolla unos diseños muy divertidos en redes sociales.
¿Cuántas “otras” croquetas has descubierto en estos años?
En su momento, el restaurante para el que trabajaba ya tenía sabores y combinaciones muy curiosas, como croquetas de tortilla de patatas, de chocolate, de gin tonic o de carne y jalapeño verde.
Este año colaboro con la empresa “Solo de Croquetas” para lanzar un sabor en honor a mis raíces vascas, que es la croqueta de marmitako. La empresa donará el 10% de las ventas totales del 16 de enero de 2024 a la Fundación ANAR, que trabaja con niños y adolescentes en riesgo y desamparo, algo que me conmueve especialmente. Además, estoy desarrollando una web con una ruta de la croqueta en Madrid para recopilar todas las que me gustan y sé que están buenas.
Dinos cuáles son las características fundamentales que para ti debe tener una buena croqueta.
Como cualquier buena receta, para que las croquetas estén buenas debemos partir de ingredientes de calidad, que es lo que marcará realmente el sabor. Luego, claro, deben estar crujientes por fuera y cremosas por dentro, pero no excesivamente líquidas ni blandas. Y, sobre todo, mucho cariño y paciencia.