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Lacrima Terrae. Sofía y Alba. Restaurante Tramo Madrid

“Nos gusta desmitificar y romper con la doctrina que ha acompañado al vino hasta hoy”

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Sofía tiene 28 años y Alba 31, son hermanas y creadoras de Lacrima Terrae, una comunidad que reúne a más de 245.000 seguidores que quieren acercarse y aprender sobre vino de una manera sencilla. Es el éxito de la comunicación sin complejos que llega a una nueva generación que no quiere expresarse ni sentir el vino como sus padres.

Las hermanas Atienza eran consultoras, pero la pandemia les acercó al mundo del vino cuando su familia les pidió que apoyaran el proyecto de crear un e-commerce para una bodega en la que habían invertido. Hoy, han dejado sus trabajos para emplearse a fondo en el mundo de la divulgación del vino. 

“Creamos Lacrima porque nos gustaba el vino, pero sentíamos que no teníamos las herramientas para disfrutarlo”

 

Lacrima Terrae. Sofía y Alba. Restaurante Tramo Madrid

 

Sentados en una mesa del restaurante Tramo, en Madrid, la conversación fluye animada, protagonizada por Alba y Sofía, que transmiten la seguridad de un proyecto que no para de crecer desde un modelo basado en comunicar de la manera fácil y natural.

Se consideran una “wine babies”, pero ya abanderan una generación que bebe de otra manera.

 

¿Cuál es vuestro primer contacto con el vino?

Somos de una familia a la que le gusta mucho el vino y que invirtió en una bodega, pero no venimos del mundo del vino.

¿Cómo creáis Lacrima Terrae?

En pandemia comenzamos a echar una mano con la distribución online de la bodega, que en ese momento había hecho la transición a ecológico.

Nos dimos cuenta de que no había un canal principal de distribución de vino ecológico y creamos un e-commerce.  Fue en ese momento cuando nos descubrimos como consumidoras frustradas. Quiero beber vino, pero no tengo las herramientas para disfrutar del vino y, diseñando la estrategia de marketing, nos dimos cuenta de que la divulgación era mucho más potente que la tienda.

Y así nace Lacrima Terrae.

Sí, con la particularidad de que teníamos muy claro que las cosas básicas del vino las teníamos que contar de una forma muy sencilla. El conocimiento que ofrecemos lo puedas aplicar al momento. 

Al principio no sabíamos de vino, lo que hacíamos era leer, aprender y preguntar mucho, sintetizar y volcarlo todo en posts y carruseles de Instagram. Así pasaron dos años en el que Alba estudió el curso de sumiller y Sofía devoraba sus apuntes; todavía compaginando con nuestros trabajos.

 

Lacrima Terrae. Sofía y Alba. Restaurante Tramo Madrid

 

¿Qué ha sido lo más sencillo y lo más complicado del proyecto?

Lo más fácil es la parte de tips de consumo. Nos gusta desmitificar y romper con toda la doctrina que ha acompañado al vino hasta hoy. 

Lo más difícil es todo lo que tiene que ver con conceptos técnicos que describen al vino, pero es verdad, de que explicar un vino sin utilizar tecnicismos es complicado.

¿Cuál fue el primer contenido que se viralizó?

Fue cuando nos pusimos delante de la cámara. Era septiembre de 2022 y es cuando dejamos nuestros trabajos para dedicarnos a Lacrima.

Después llegó el éxito del video sobre “cómo abrir un espumoso sin sacarle un ojo a alguien”, y el de “diferencias entre un Rioja y un Ribera”. El siguiente paso que atrajo muchos seguidores fue cuando catamos y recomendamos vinos de supermercado. Aunque nunca hablamos de vinos con precios inferiores a 5€.

¿Cómo es el universo del consumidor de vino?

La edad de inicio es de 25 años y comienza por vinos baratos, sin complicaciones, que ya conocen. Hay más consumo de blancos y rosados, así como de tintos con fruta, más frescos. Nosotras apostamos por darle espacio también, al tinto de verano, al vino en lata, al tapón de rosca o a los cócteles con vino.

Somos de una generación que tendemos a la espontaneidad, al disfrute y a tomarse las cosas menos en serio y está claro que consumes lo que te identifica. Si el mundo del vino sigue vendiendo elegancia y otros formalismos, no habrá “match” con la nueva generación.

¿Qué pasa entonces cuando cumples 25 y sales a cenar con los amigos?

Nunca dejaría de abrirme un vino que me apetece por el plato que vaya a comer. Los maridajes funcionan bien como contenido en redes, pero no le damos tanta importancia. Que el maridaje no te limite.

¿Cómo convivís en el trabajo?

Catamos juntas y llegamos a consensos. En general, estamos bastante de acuerdo.

Clasificamos los vinos como: No me lo pediría / Me tomaría solo una copa / Me gusta, pediría una botella / Me encanta, lo pediré muchas veces.

A Alma le gustan las burbujas, los vinos rosados y los blancos con crianza.

A Sofía, las burbujas, los rosados florales y los vinos de pasto.

¿Qué vais a hacer en 2025 para seguir avanzando con Lacrima?

Viajar, catar y estudiar más. La comunidad es una buena fuente de inspiración y el enoturismo es una de las tendencias por la que nos vamos a preocupar. 

  

El restaurante Tramo está en la calle Eugenio Salazar 56. Chamartín. Madrid. La sesión de fotos y los reels se grabaron en este restaurante.

 

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