Proyecto VIDas: La naturaleza como aliada en la lucha biológica de plagas.
Las primeras luces del sol del amanecer se filtran a través de una ligera niebla que acaricia los viñedos de Jerez. El silencio se interrumpe por el canto de los pájaros y, al observar el fabuloso paisaje, se puede sentir el latido de un ecosistema complejo y hermoso que, en el viñedo, está hermanado con el hombre.

En viña La Canariera, la jornada se dedica a la captura y anillamiento de aves como parte de la actividad del proyecto VIDas que la Familia de Vino González Byass lleva a cabo desde hace años para aumentar la biodiversidad en el viñedo.

El objetivo del anillamiento científico de aves -nos cuenta Juan Martín, biólogo y responsable del proyecto VIDas-, es identificar los movimientos migratorios de las aves, así como sus lugares de cría y la presencia de insectos. Con esta acción se consigue crear una mapa en tiempo real, de los niveles de biodiversidad en el viñedo que ayudan a mejorar los tratamientos y repercute directamente en la mejora del cultivo de la vid.

Un ecosistema más sano
VIDas está aumentando la biodiversidad del viñedo introduciendo enemigos naturales de las plagas que actúan como centinelas de un ecosistema más sano y longevo. Insectos, aves, nematodos (gusanos) y otros animales, habitan de nuevo los viñedos para cuidar el medio ambiente ejerciendo como potentes herramientas biológicas que aseguran la supervivencia de las cepas y mejoran la calidad del vino. Es el equilibrio de la naturaleza en sincronía.

Además, el proyecto VIDas ha instalado en la viña cajas nido –para aves y murciélagos-, creado charcas y bebederos, plantado árboles, plantas aromáticas y arbustos, colmenas de abejas, oasis para reptiles y mariposas, majanos –construcción de piedra- para conejos y construido hoteles de insectos, que, en su conjunto, contribuyen en un escenario rico en diversidad y equilibrio ecológico, promoviendo un viñedo más saludable y resiliente, capaz de resistir mejor a plagas y enfermedades, así como de producir uvas de mayor calidad.
El colirrojo tizón
Un colirrojo tizón ha caído en la red japonesa instalada junto al viñedo. Manuel Vázquez, técnico de la Estación Biológica de Doñana, rescata al pájaro con sumo cuidado y procede a su inspección y registro, antes de liberarlo. El proceso apenas dura unos minutos. En este tiempo, se anilla el ave, se apunta la fecha y el lugar de la captura, la especie, su edad estimada, el sexo, el nivel de grasa, el peso y el tamaño del ala –que determina si el animal habita normalmente en el sur de Europa o por el contrario, si es más grande, tiene su origen en el norte-.

Victoria González-Gordon explica las características del hotel de insectos a un periodista.
Este pájaro, que se alimenta de insectos, bayas y semillas, se suma a un censo de 102 especies y más de 200 aves anilladas que durante dos años ha quedado reflejado en el cuaderno de campo del proyecto VIDas, haciendo realidad la consecución de los objetivos que ya consiguen un control natural de plagas, mejorar la salud del suelo, la polinización de la vid o un viñedo más resistente a enfermedades.
Un presente sostenible

Victoria González-Gordon, Chief Sustainability Officer de González Byass y máxima responsable de VIDas, explicaba, durante la jornada de anillamiento en Jerez, que “VIDas es una apuesta por un futuro sostenible que, con los buenos datos actuales, podemos asegurar que es un presente realista, ilusionante y esperanzador que suma en nuestra cultura del cuidado del medio ambiente, transmitida, en mi familia, generación tras generación y que hoy, tenemos la responsabilidad de continuar desde una filosofía que llamamos “People and Planet”.