Hace más de 18 años Silvia Facal y Rafael Varela abrieron el restaurante A Mundiña, en A Coruña. Todo un referente de calidad y disfrute que recibió el aplauso constante de los comensales hasta elevarlo a uno de los favoritos de la ciudad gallega.
La vida continúa y las decisiones de la gente que sabe alcanzar sus sueños mejoras las elecciones de los que siguen su estela.
La herencia de una casa familiar en Costa da Morte, donde el abuelo de Rafa tuvo un chiringuito de playa, en el que él mismo comenzó de joven a trabajar en la barra, sirvió de estímulo para dibujar Balarés, un hotel boutique con restaurante gastronómico con las mejores vistas de Galicia.
En la cocina, la chef Silvia sigue tratando mejor que nadie el pescado. La lonja y los proveedores locales de tierra marcan el menú a diario. Y la bodega de rafa, que ejerce de sumiller, en una sala para 20 comensales, recorre la geografía vitivinícola gallega, con un 85% de vinos de la tierra, y deja un espacio para el resto, donde Jerez, una de sus pasiones, tiene también una gran representación.
Ha pasado un año y medio desde que inaugurarán Balarés y ya saben que la decisión de vida fue acertada. Un Sol Repsol certifica su trabajo y las reservas secundan su gran trabajo. “El cambio ha sido para bien”, explica Rafa. “La aceptación es inmejorable. La gente, incluso el extranjero, repite una y otra vez. Las reseñas son muy buenas y es habitual que nuestros clientes prolonguen su estancia en el hotel”.
“Alguna vez voy con clientes a la lonja para comprar con ellos el pescado que van a cenar, es parte de nuestra nueva propuesta, que refleja muy bien lo que queremos que sea Balarés”, continúa el sumiller y copropietario de este pequeño paraíso.
La Costa da Morte es un lugar que ahora atrae la atención, primero, por su belleza natural y también porque, afortunadamente, no ha sido explotada turísticamente.
“Te puedes comer lo que ves alrededor. Todo lo que crece vinculado al paisaje es sinónimo de calidad”.
En la carta, producto, producto y producto, siempre local, en recetas que nunca tienen más de dos o tres ingredientes, con fondos de cocciones lentas y donde, cada vez más, ganan protagonismo las verduras y hortalizas.
Destacamos las navajas al vapor servidas con AOVE y acompañadas por un Albariño o la xarda (caballa) en escabeche, en perfecta armonía con un vino de Jerez.
Si levantas la vista del plato… prados verdes, “rubias” pastando y el mar.
Balarés está en Ponteceso (A Coruña).