Por favor, indícanos en qué región estás para que podamos mostrarte contenidos específicos.

Fernando Gurucharri

Fernando Gurucharri: “Hemos dejado de decir que el vino de mi pueblo es el mejor, para argumentar qué hago para que el vino de mi pueblo sea el mejor”

Publicada el

El español Fernando Gurucharri, presidente de la Unión de Catadores de España y Director del Concurso Bacchus, es el nuevo presidente de VINOFED, la Federación Mundial de Grandes Concursos Internacionales de Vinos y Espirituosos.  

Una trayectoria profesional de más de 40 años en el mundo del vino en los que su entusiasmo le ha llevado a trabajar por mejorar el sector y a disfrutar de muchos amaneceres en viñedos de todo el mundo. 

Nos sentamos con Fernando Gurucharri en una tranquila mesa del restaurante García de la Navarra, de Madrid, para preguntarle por esta nueva etapa.  

 

¿Cuáles son tus primeros recuerdos del vino? 

Son recuerdos familiares cuando nos reuníamos los días de fiesta en casa, donde siempre había una botella de vino en la mesa. En mi casa, eran vinos de Navarra, de donde eran mis abuelos y mi padre.

¿En qué momento decides o sabes que trabajarás en el mundo del vino? 

Estudié Ciencias Biológicas y, después, una diplomatura de enología y viticultura en la Universidad de Agrónomos. Era el año 1981 y todavía no había comenzado la gran revolución del vino en España. Recuerdo que entonces se hablaba, como gran novedad, del acero inoxidable y del control de temperaturas.  

Finamente entro, por oposición, en el Ministerio de Obras públicas como biólogo y lo compagino trabajando en el equipo de la enóloga Isabel Mijares. Ahí comenzó todo. 

 

Fernando Gurucharri

Fernando Gurucharri cata un Fino Tío Pepe en Rama en el restaurante García de la Navarra, en Madrid.

 

Has vivido la mejor etapa de crecimiento y calidad de los vinos españoles. ¿Qué es lo que se ha hecho bien? 

Hay una cosa importantísima que ha ocurrido, aunque no se haya hecho conscientemente. Como en todas las evoluciones o revoluciones siempre hay una mecha, la efervescencia que da paso a la calma y es ese poso el que hace que los cambios sucedan y se avance. En el caso del vino español ha sido una generación de jóvenes que han tenido una visión de la viticultura mucho más natural que la generación anterior y han entendido la enología, no como una ciencia tecnológica, sino como una filosofía y una cultura. Hemos vuelto a mirar al campo, aunque todavía hoy no se termina de valorar de una forma importante a ese sector, al productor.  

La uva sigue siendo muy barata en España. Es difícil para un elaborador vivir dignamente, como sí lo hace en otros países. 

Mientras tanto, los jóvenes han recuperado conceptos tan importantes como los viñedos viejos, el carácter de los suelos, la personalidad del territorio y la apuesta por la sostenibilidad. En definitiva, apostar por el futuro de un territorio sin perder algo tan importante como el carácter y la personalidad. 

Hemos comenzado a dejar de decir que el vino de mi pueblo es el mejor, a entender que lo que tenemos que hacer y argumentar es qué hago para que el vino de mi pueblo sea el mejor. Además, en este camino, hemos vuelto a descubrir algo que jamás tendríamos que haber perdido, que es Jerez. Unos vinos que siempre han estado ahí, pero que ahora los vemos de otra manera. Tanto las bodegas como el Marco de Jerez están dando esa importancia al aspecto gastronómico, tradicional e histórico de un territorio milenario y a un sistema de elaboración muy particular, como son las soleras. A la vez, bodegas, como González Byass, están trabajando en esos vinos de añada que, sin perder la personalidad de Jerez, regresan a la definición de una añada concreta y la trazabilidad de un producto desde un territorio con cultivo ecológico. Es decir, alternativas que nos ponen en el mercado de una manera importantísima.  

De la misma manera, hay que recordar los años 90 y cómo Priorato resurgió y tiró de las viejas denominaciones, como Jumilla o Bierzo. Y no hay que olvidar que Ribera del Duero apareció en 1982, que tan solo tiene 40 años. Todo esto ha servido para que Rioja, esa gran embajadora de los vinos españoles, se reinvente.

 

“El objetivo de VINOFED es la excelencia, perfeccionar los concursos de cara al productor y al consumidor”

 

Eres el nuevo presidente de VINOFED y además de darte la enhorabuena, creo que es una muy buena noticia para España. ¿Cuáles son tus objetivos en estos dos años al mando de la federación internacional de grandes concursos de vinos y espirituosos? 

Actualmente, VINOFED organiza 18 concursos en 12 países y cuatro continentes (dos en España: Zarcillos y Bacchus, que organiza la Unión Española de Catadores, de la que también Fernando Gurucharri es presidente). 

El objetivo de VINOFED es la excelencia, perfeccionar los concursos de cara al productor y al consumidor, mejorando el sistema a través de una serie de normalización en la recepción, ejecución, convocatoria de paneles, seriedad de tratamientos de los jurados o la promoción de los premiados.

¿Ganar en confianza? 

Efectivamente. El objetivo de nuestros concursos es elegir una serie de vinos, entre los participantes, que, tras una cata a ciegas, asegure que la calidad esté contrastada. Esto se hace con un panel de cata de alto nivel y profesionalidad que nos garantiza que, si bien no es el mejor vino del mundo, porque no se presentan todos los vinos del mundo, sí que es un vino de calidad para que el consumidor, cuando vea un vino premiado, sepa que será satisfactorio, independientemente del estilo que le guste a cada consumidor.

 

“La gente conoce nuestros concursos, pero no conoce VINOFED. Mi objetivo es hacer una VINOFED muy potente sustentada en sus concursos, y no al revés”.

 

Fernando Gurucharri premios Bacchus

Fernado Gurucharri posa con todo el jurado de los Premios Bacchus en el Casino de Madrid.

 

¿Qué anotaste en tu pizarra de proyectos el primer día en la oficina de VINOFED? 

Lo que sucede ese día es que todo lo que llevas años pensando que se debería hacer, de pronto, te parece más complicado de poner en marcha y alcanzar. Desde fuera decía: “hay que hacer”. Y en la presidencia digo: “por dónde empiezo”. 

Me gustaría ser el presidente que lidere el trabajo de un comité (formado por seis personas) que decide qué es lo que hay que hacer. Creo que cuando las decisiones son adoptadas por la mayoría son más fáciles de realizar.  

Lo primero en lo que estamos trabajando es resolver una importante carencia de comunicación. La gente conoce nuestros concursos, pero no conoce VINOFED. Mi objetivo es hacer una VINOFED muy potente sustentada en sus concursos, y no al revés. Quiero alcanzar la excelencia en cada uno de los certámenes y crecer en países en los que no estamos ahora. Estoy convencido de que somos los mejores y ese es el camino que debemos aprovechar y reforzar.

 

“Quiero dar espacio a la juventud. No quiero hacer un panel de cata que sea solo de grandes popes que, en algunos casos, creo que están acomodados”

 

Hablas de excelencia, ¿cómo se traduce al trabajo y la seriedad de los concursos? 

El denominador común es que en todos los concursos VINOFED catamos a ciegas y utilizamos un sistema de trabajo muy serio que asegura la confidencialidad o el secreto de las muestras de vino, basado en una doble inscripción, departamentos estancos, números aleatorios generados por ordenador y otras medidas para asegurar que las botellas llegan sin ser vistas o detectadas por ningún catador a la mesa del concurso.  

Además, las muestras se clasifican con series ordenadas que facilitan el trabajo de los catadores, sin que ellos lo sepan. Es también importantísima la elección del jurado, una élite de enólogos, sumilleres, Master of Wine, prensa y comunicadores, grandes consumidores o catadores representantes de empresas de compraventa que, por su conocimiento de los vinos del mundo, juegan en “la Champions”. Y en todo este universo, le quiero dar espacio a la juventud. No quiero hacer un panel de cata que sea solo de grandes popes que, en algunos casos, creo que están acomodados. La juventud es la que marca las inquietudes en el mundo del vino, es la que ha señalado tendencias, como los vinos naranjas o los naturales que ya están en el mercado y están siendo consumidos. Toda esa combinación de actualidad, conocimiento, poso, profesionalidad y formación crean unos pull de cata muy serios, valiosos y notables.

¿Cuáles son los objetivos a largo plazo? 

Educación. Es muy difícil acceder a cierto tipo de mercados si no hay educación. Y no se trata de que los jóvenes beban, pero sí de que tengan la información para tener la alternativa de elegir en un momento dado un vino de calidad, igual que eligen otro tipo de bebidas. El vino no es tan caro y, mucho menos, en nuestro país, ni en los restaurantes de España. Somos un país afortunado y no lo explotamos. Somos un país “disfrutón”, pero llegamos al consumidor de una manera teórica, hay que hacerlo desde la educación en los colegios y no digo que enseñemos a beber en los colegios, se trata de cultura y respeto. Está claro que el abuso es un mal uso, pero de la misma manera que  los jóvenes tienen educación sexual en el colegio, deberían ser educados en gastronomía, alimentación y nutrición. 

¿Vas a llamar a la puerta de los políticos? 

Pelearemos. Lo que sí voy a contarles es la oportunidad que tenemos con mi presidencia de que España esté representada en un organismo internacional como es el de los concursos a través de mi persona. 

 

“No se trata de cambiar, hay sitio para los dos modelos, la generalidad y el nivel cualitativo, y el que tiene en cuenta la personalidad de un territorio”

 

premios bacchus casino madrid

Momento de una de las catas en los Premios Bacchus celebrados en Madrid.

 

¿Es el precio de los vinos españoles, junto a su calidad, una ventaja para la exportación? 

Hay vinos buenos en todo el mundo. En España hemos tenido un modelo, con sus virtudes y sus desventajas, como es el de Joven, Crianza, Reserva y Gran Reserva, una escala de valor dada por la edad de un vino, más allá de factores que hoy ya valoramos, como son la variedad, las características del terruño, la elaboración, etc.  

Teniendo nuestra pirámide de precios del vino clara, en general, el consumidor español no está dispuesto a pagar por una botella de vino más, aunque tengamos claro lo que cuesta una buena camisa, un coche o un reloj. Ante todo esto, sabemos que hay otros modelos diferentes en otros países que son modelos de éxito. Y vemos cómo actualmente las nuevas estructuras de los consejos y los nuevos reglamentos de las Denominaciones de Origen se adaptan a estos cambios con vinos de municipio, de pueblo, de parcela o de paraje calificado. 

No se trata de cambiar, hay sitio para los dos modelos, la generalidad y el nivel cualitativo, y el que tiene en cuenta la personalidad de un territorio, mucho más valorada por gente que está dispuesta a pagar por una botella.

 

“La implicación con el Medio Ambiente, entendiendo que somos un país con una viticultura con condiciones climáticas privilegiadas, es un factor muy importante para el consumidor joven”

 

¿Cuáles son las tendencias en España? 

Hemos descubierto que España es un jardín de variedades. Hay muchas zonas que antes estaban dentro de la generalidad y que ahora toman su propio protagonismo. Además, la juventud quiere probar todos esos vinos ricos de diferentes territorios, que representan novedades y que siempre son oportunidades nuevas de negocio. 

Hay que fijarse en la evolución de los chacolís, los blancos, más allá de Rueda, los Albariños, los vinos jóvenes con fuerza de fruta, cada vez más ricos. Y resolver esa deuda con los rosados, que ya están demostrando una estacionalidad, potencial, tradición y personalidad. 

Asimismo, es interesante la tendencia de los vinos orgánicos y respetuosos con la sostenibilidad. La implicación con el medio ambiente, entendiendo que somos un país con una viticultura con condiciones climáticas privilegiadas, es un factor muy importante para el consumidor joven, que está muy concienciado con el cambio climático.  

Nos estamos adaptando a elaborar productos sostenibles, bien certificados, que respondan a una filosofía que está dando muchas alternativas a la juventud que quiere probar cosas diferentes.

Back to top