Manuel camina por el viñedo que plantó Balbino hace más de 100 años.
Estamos en la aldea de As Chas, en la viña Lameiro Redondo, a 600 metros de altura, en la D.O. Monterrei (Orense).
Manuel Domínguez Blanco, conocido como Manuel “Chas”, tiene 72 años y elabora vino con su mujer, Carmen Fornos González, de 69 años, como lo hizo Balbino, el abuelo de Carmen, y tantas familias del valle del río Támega, generación tras generación.
2.000 hectáreas de viñedos han servido de sustento a un pueblo que celebra la fiesta de la vendimia reunidos cada año en los lagares rupestres que salpican los montes de esta zona fronteriza.
Las variedades Dona Branca (Doña Blanca) y Godello prevalecen en la zona como variedades blancas, junto a la Treixadura, que también crecen en la valiosa hectárea de viñedos de Carmen y Manuel.
Mencía y Merenzao, junto a Caíño y Tempranillo, en menor medida, son las variedades tintas de la D.O Monterrei.
Manuel "Chas" y José María Ayuso, Gerente de viñedos y proyectos de González Byass.
Pasado, presente y futuro de la viña
“Recuerdo cuando era niña que mis abuelos ya vendían vino a personas que venían desde Xinzo de Limia”, cuenta Carmen, mientras corta un poco de chorizo de la última matanza en la cocina de su casa.
“Lo importante de estar en el proyecto de Ángel de Viñas es que los jóvenes vean futuro. Es necesario que los jóvenes se queden o vengan a trabajar la viña”, explica Manuel, con una copa de vino en la mano.
Manuel fue policía nacional y, de joven, buen futbolista, ambidiestro, jugó en el Plus Ultra de Madrid y pasó las pruebas del Real Madrid, aunque prefirió volver a Galicia. Carmen es la dueña de los viñedos y trabajó en Eroski de Orense hasta que tuvo que volver a casa para cuidar de su madre. Son padres de tres hijos y tienen tres nietos. Hoy, están jubilados, aunque la viña sigue siendo su quehacer y parte de su identidad. Actualmente, producen 16.000 kilos de uva por vendimia y venden algo más de 3.000 litros de vino al año. “Nosotros nos quedamos unos 400 litros para casa”, aclara Manuel.
La revolución del Godello
Monterrei es una de las cinco Denominaciones de Origen que existen en Galicia. Está compuesta por los municipios de Oímbra, Verín, Castrelo do Val, Monterrey, Riós y Vilardevós. Todos lindantes con la frontera portuguesa y protagonistas –junto a las D.O. Valdeorras y Ribeira Sacra- del renacimiento y consolidación de la variedad de uva Godello, reconocida por su capacidad de producir vinos elegantes y con gran potencial de guarda que abanderan la revolución de los vinos atlánticos.
En la viña de Carmen y Manuel, además de Godello, crece la Dona Branca, “de uva pequeña, que es la auténtica. De color dorado y mucho más rica que la grande”, afirma Manuel, consciente de ejercer de guardián de una tradición importante que ha sido sustento de muchas generaciones.
En Lameiro Redondo las filas de vid comparten tierra con castaños, manzanos y almendros. Los faisanes, las liebres y los zorros se alimentan de las uvas y Carmen y Manuel trabajan codo con codo para sacar adelante su vendimia.
En su casa de As Chas, tienen la bodega, huerto, cerdos y dos amplios cobertizos de trabajo donde guardan tractores y leña, secan helechos, almacenan castañas y almendras.
Tres perros de caza se acercan curiosos a los invitados, que serán acogidos en el calor de su casa para compartir jamón, chorizo y churrasco en agradable conversación y con un buen vino.
Lagares rupestres
La D.O. Monterrei ofrece al visitante una Ruta del Vino que enlaza sus pueblos de arquitectura popular con viñedos y montes donde encontrarse con 20 lagares rupestres del siglo XII, tallados en roca y diseñados para prensar la uva junto al viñedo. Un testimonio histórico de la importancia de la cultura vitivinícola de esta parte de Galicia y un conjunto arqueológico que es solo el principio del contacto con la historia y realidad local. Además, la zona ofrece atractivos como la visita al Castillo de Monterrei, la fortaleza más grande de Galicia; senderismo en el Parque Natural de O Invernadero, donde pasear junto a castaños centenarios; diferentes balnearios con manantiales de aguas minerales y una rica gastronomía basada en productos como el pimiento de Oímbra, las setas, las castañas, las chacinas, empanadas o cabrito, además de dulces como las “bicas”.
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